Aprobada la "ley de marras" recordando una expresión de Horacio, se escucha a menudo hablar de la unidad, en el entendido que las división del magisterio nacional procurada y practicada por el infantilismo -conare I (movadef) y conare II (proseguir)- ha sido una de las debilidades que le han permitido al gobierno imponer la Ley en la batalla -no la guerra- que terminó con su promulgación.
DIVIDE Y REINARÁS
Si por un lado las distintas versiones de conare hicieron de la división su táctica para ganar posiciones al interior del SUTEP, ha quedado claro también que los distintos gobiernos han encontrado en el senderismo vergonzante el mejor articulador de la máxima de Nicolás Maquiavelo. Lo hizo el APRA cuando acogió a Huaynalaya y aquella otra versión del anarquismo durante la gestión de Nilver López. No es raro ver a "nacionalistas" confundidos con infantiles y apristas por ejemplo en Ica y varios lugares del país.
Lo que está claro para la gran mayoría del magisterio es que LA DIVISIÓN DEBILITA, DISMINUYE LA CAPACIDAD DE PRESIÓN DE LAS MEDIDAS DE LUCHA DEL GREMIO Y POR LO TANTO DISMINUYE NUESTRAS POSIBILIDADES DE ARRANCAR REIVINDICACIONES en un escenario en el que ya la correlación de fuerzas de por sí es favorable para los enemigos del magisterio.
El SUTEP era conciente de eso. El infantilismo, sobre todo los sectores vinculados al senderismo, sin embargo han trabajado CONCIENTEMENTE para dividir, porque así consiguen ubicarse mejor en su fin máximo: CAPTURAR EL SUTEP para someterlo a sus fines.
LA INSTITUCIONALIDAD DEL SUTEP
Si esto es así, la UNIDAD es una necesidad. Lo era antes, durante y después de la X Huelga Nacional. La UNIDAD es la bandera del SUTEP, así está escrito en su LEMA: Por la Unidad Sindical Clasista, a diferencia de los conares que cual partido pregonan la "línea sindical clasista".
No vamos a convencer al infantilismo senderista, al anarquismo provocador y divisionista, de la necesidad de la unidad. Si dividir es su práctica política es como pedirles que no respiren.
La unidad se da entonces con el magisterio de base, con los miles de maestros que incluso pueden tener una evaluación distinta de la X Huelga Nacional, que incluso pueden criticar a tal o cual dirigente, que no pueden compartir determinados métodos o considerar que hay muchas cosas que corregir o mejorar. PERO QUE SIN EMBARGO ESTÁ DISPUESTOS A HACER TODO ESO DENTRO DE LOS CANALES ORGÁNICOS DEL SUTEP, CON EL RESPETO A SUS ESTATUTOS, A SUS PRINCIPIOS. A ejercer su derecho democrático a criticar, a elegir y ser elegido PERO HACERLO SIN CAER EN LO QUE BUSCA EL ENEMIGO Y SUS DESTACAMENTOS FUNCIONALES, INSTRUMENTALES A SU POLÍTICA DE DIVISIÓN.
Cerrar filas en torno a la institucionalidad no es un tema puramente orgánico. Los principios, los métodos, los cuadros dirigenciales en los distintos escalones, la historia y el ejemplo de Horacio Zeballos. Todo ello tiene que ver con la institucionalidad, que es un eje de unidad en el SUTEP de hoy, en torno al cual hay que sumar todo lo que se pueda, aplicando consecuentemente la política de frente único en el sindicato.
UNIDAD, SISTEMATIZACIÓN Y ESTUDIO DE LAS EXPERIENCIAS DE LUCHA, SUPERACIÓN DE MÉTODOS BUROCRÁTICOS, INCORPORACIÓN DE CADA VEZ MAYORES CONTINGENTES DE MAESTROS JÓVENES A LA LUCHA SINDICAL Y POLÍTICA, eso es lo que necesitamos en éste momento, sin perder de vista nunca que el enemigo principal es el gobierno neoliberal y su ley antimagisterial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario