Un compañero dirigente nos decía que deberíamos denunciar a quienes los han insultado y denigrado antes, durante y después de la X Huelga Nacional Indefinidida del SUTEP.
Yo repaso varios episodios en los que efectivamente las mismas personas de siempre, gritando lo mismo de siempre, se han referido con agravios a dirigentes maestros probados en su honestidad y su consecuencia.
Claro que nos ha indignado. Y tiene ésto alguna connotación penal?
La tiene. Constittuye delito de injuria el acto de proferir frases insultantes que denigran el prestigio de una persona. E incurre en delito de difamación quien atribuye a otra hechos, cualidades o conductas que perjudican su buena reputación, haciéndolo de tal forma que muchas personas se enteran de tal hecho.
La facilidad con que se habla de "vendidos", "vividores" incluso "traidores" demuestra como el anarquismo infantil ha dirigido su campaña de intrigas a los sectores más atrasados del magisterio, en un contexto de un magisterio no solo despolitizado, también fuertemente golpeado por el individualismo y el pragmatismo como resultado de la ofensiva neoliberal. Si a eso sumamos el espontaneismo que predomina en el movimiento sindical peruano, del que el magisterio no escapa, es decir las limitaciones en el trabajo político que debe dirigirse a llevar conciencia socialista a los trabajadores, las mentiras suelen ser efectivas.
Pero que duda cabe que tales expresiones deliberadas, con absoluta temeridad y desprecio por la verdad, dañan la reputación y el honor de nuestros dirigentes. Y el senderismo tiene mucha "experiencia" en éstas malas artes. Cuando desarrollaba su llamada "guerra popular" primero trabajaba para desprestigiar a los dirigentes sociales, de aislarlos de la masa, los acusaba no solo de soplones, sinó también de traficar con los intereses del pueblo, de beneficiarse económicamente con su labor dirigencial. Después simplemente los mataba.
Hoy, inventan cada mostruosidad, dicen que nuestros dirigentes regionales reciben sueldos millonarios de derrama, que en Lima tienen casa de tres pisos, que venden la huelga por esa institución previsional del magisterio. Desconocen y no les importa enterarse cual es la real situación de la derrama, cuales sus fines y sus objetivos. Apuntan a despertar la inconformidad del maestro y lo llaman a luchar contra el SUTEP, contra la derrama, no contra el gobierno.
Y seguramente que los beneficiará hacerse las víctimas.
Es correcto también que una aplicación estricta del estatuto llevaría al gremio a que muchos de ellos deberían ser expulsados del SUTEP. El asunto es que ellos mismos se han puesto al márgen del sindicato al actuar en otra organización a la que han llamado "conare", con otra dirigencia, otro Estatuto, otro lema, otra plataforma y claro con otros fines y objetivos que no tienen nada que ver con los derechos magisteriales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario